En la vida, muchas veces nos encontramos atrapados en patrones de pensamiento que nos limitan. «No soy lo suficientemente bueno», «No puedo cambiar mi realidad», «No voy a poder». Estas creencias, instaladas a lo largo de los años, actúan como barreras invisibles que nos impiden avanzar. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que puedes reescribir tu historia y transformar tu realidad?
Las creencias limitantes no son más que interpretaciones que hemos adoptado en base a experiencias pasadas. El coaching ontológico nos invita a revisar el lenguaje con el que construimos nuestra realidad. Desde esta perspectiva, nuestras creencias no son verdades absolutas, sino interpretaciones basadas en nuestra historia y en la forma en que hemos aprendido a ver el mundo. El modelo OSAR, creado por Rafael Echeverría, nos ayuda a comprender que nuestras acciones están determinadas por la forma en que observamos la realidad. Al cambiar nuestro observador, podemos generar nuevas posibilidades de acción y transformación.
El coaching ontológico trabaja con tres dominios fundamentales: el lenguaje, el cuerpo y la emoción. Cada uno de estos aspectos influye en cómo experimentamos la vida y cómo respondemos a los desafíos. Por ejemplo:
- Emoción: Nuestras emociones influyen en nuestra capacidad de acción. Sentir miedo puede inmovilizarnos, mientras que la curiosidad nos impulsa a explorar nuevas oportunidades.Por ejemplo: Ana, una profesional con gran talento, siempre evitaba postularse a promociones laborales porque creía que «nunca la elegirían» (ella tenia un listado de excusas con las que contaba para justificarse). Un día, decidió cuestionar esa creencia: ¿Era realmente cierto o solo un miedo infundado? Cuando logró desafiar esa creencia y trabajó en cambiar su percepción y consiguió la oportunidad que siempre había deseado.
- Lenguaje: Las palabras que usamos moldean nuestra realidad. Decir «no puedo» cierra puertas, mientras que «¿cómo puedo hacerlo?» abre posibilidades.
- Cuerpo: Nuestra postura y respiración afectan nuestra confianza y disposición al cambio.
¿Por donde podrias comenzar?
Estos son algunos pasos que pueden ayudarte:
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Identifica tus creencias limitantes: ¿Qué pensamientos recurrentes te detienen?
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Desafíalas: Pregúntate si son hechos o interpretaciones.
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Sustitúyelas por creencias potenciadoras: En lugar de «No soy capaz», prueba con «Puedo aprender y mejorar».
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Usa el poder del lenguaje: Reformula tus afirmaciones diarias de manera posibilitadora.
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Trabaja en tus emociones y corporalidad: Observa cómo tu postura y estado emocional influyen en tus acciones y resultados.
Tú tienes el poder de reescribir tu historia. Desde el coaching ontológico, puedes abrirte a nuevas interpretaciones que te permitan expandir tu potencial y diseñar una vida con más sentido y propósito. ¿Qué narrativa elegirás a partir de hoy?
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